martes, 4 de diciembre de 2012

ÚNICA CONTRIBUCIÓN Y CATASTRO DEL MARQUÉS DE LA ENSENADA


La intención del marqués de la Ensenada con su proyecto de Catastro era simplificar las rentas provinciales y sustituirlas por una Única Contribución que estuviera en proporción a lo que cada uno tenía, con esto se evitaría que la imposición recayera únicamente en el pueblo llano, librándose la nobleza y el clero.

     

El marqués de la Ensenada

En España se realizarán tres catastros a lo largo del siglo XVIII:

1)      El catastro de Patiño, en Cataluña (1715-1716).
2)      El catastro de Ensenada, en los reinos de Castilla y León (1749-1757) aunque nunca llegó a llevarse a cabo.
3)      La Planimetría General de Madrid (1749-1752), en la capital.

            Para averiguar lo que tenía cada uno, era preciso investigar los bienes de todos los vasallos, incluidos los nobles y los eclesiásticos.

En lo relativo a la riqueza averiguada, ésta se organizaría en dos ramos: el de lo real (bienes y derechos) y el de lo industrial-comercial (utilidad o lucro derivados de la actuación profesional, fuese de tipo artesanal, liberal o comercial).

El Catastro, pues, eran las declaraciones de bienes de los titulares, que eran comprobadas por la Administración con ayuda de peritos y técnicos, constitución de los libros donde se registraba todo, cálculo de valor fiscal de esos bienes y establecimiento de los estadillos de resumen de cada pueblo y de cada provincia. Todo esto para calcular las rentas locales, provinciales (consistentes en alcabalas, millones, cientos, etc.) y la del Reino.

Para ello se crea la Real Junta de la Única Contribución, con sede en Madrid, en el palacio del Buen Retiro, que dependía del Rey y estaba formada por miembros de los Consejos e Intendentes provinciales (posteriormente formarán parte de Contadurías Provinciales), que tenían a su vez oficiales a su cargo para que confeccionaran los libros en los que se registraban los asientos, como garante público estaba el escribano. También intervenían geómetras que medían el término, agrimensores que verificaban los datos de cabida de tierras y casas, asesores jurídicos y alguaciles. Para eludir las suspicacias del Clero, se pone al frente al Inquisidor General. Su secretario Bartolomé Sánchez de Valencia, que había dirigido la operación piloto en Guadalajara, es el alma de todo el proceso. También es fundamental el marqués de Puertonuevo, que actuó de analista, consultor y asesor. Todo ello a cuenta del Erario Real.
  
Aunque el marqués de la Ensenada cayó en 1754, el proyecto continuó, y en 1756 el trabajo ya estaba prácticamente terminado, con excepción de Murcia y de Madrid, esta última debido a que las élites intentaron ocultar sus bienes.


Páginas del Catastro

Incluso se obtuvo el Breve del Papa Benedicto XIV autorizando la aplicación de la Única Contribución a los bienes eclesiásticos.

Pero tienen lugar una serie de hechos que impidieron que el proyecto llegara a ponerse en marcha: la muerte de Bartolomé Sánchez de Valencia y la inacción de la Administración por la depresión del Rey Fernando VI tras la muerte de su esposa.

Aunque en tiempos de Carlos III se intenta poner otra vez en marcha, acabará por abandonarse en 1779.

El proyecto costó cinco años de esfuerzo y 40 millones de reales, trabajaron en ello más de 6000 hombres, los peritos fueron más de 90.000 fueron registradas más de 7 millones de personas. Fue un trabajo exhaustivo sobre el terreno y sobre los archivos.

En resumen: el catastro era una pieza fundamental de modernización, que servía para superar el déficit crónico de las haciendas estatales, conseguir la equidad fiscal entre estamentos (clase sociales) y territorios dentro de un mismo Estado, y como instrumento para conocer el territorio de modo que sirviera para mejorar en el futuro infraestructuras y modernizar la agricultura y la industria

Referencias bibliográficas

-CAMARERO-BULLÓN, Concepción. “El catastro en España en el siglo XVIII” en www.eurocadastre.org (visitado el 28 de noviembre 2012).

DÍAZ LÓPEZ, Julián. “La Única Contribución como objetivo de la política ilustrada. La realización del Catastro de Ensenada en el Valle del Andarax”. Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, 14 (1995), pp. 19-41.

-LORENZO CADARSO, Pedro Luis. “Proyecto de la Única Contribución en Zaragoza: el censo de 1733-1734 como fuente para la historia económica y social”. BROCAR, 28 (2004), pp. 195-214.

AUTOR: MIGUEL P.

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